Los implantes dentales son el sustituto a largo plazo perfecto para las piezas perdidas por caries, golpes o por problemas médicos. Los implantes pueden sustituir un único diente, secciones enteras de la boca o incluso toda la dentadura. Los implantes son firmes, resistentes y permanentes, y tienen el mismo aspecto, tacto y función que tus dientes naturales.
Como bien señala el Dr. Leonardo Bardales de lalagunadentist.es, es fundamental tener un buen cuidado tras someterse a un tratamiento de implantes dentales y se deben seguir rigurosamente las indicaciones recibidas, manteniendo una constante y exhaustiva higiene.
Sin embargo, pueden darse algunos problemas comunes con la colocación de implantes dentales, a los que hay que prestar atención. A continuación te contamos en qué consisten estas complicaciones.
Posibles problemas quirúrgicos
Durante la intervención, se coloca quirúrgicamente un tornillo de titanio en el maxilar para sustituir las raíces del diente natural que se ha perdido. Después, se fija una corona o diente artificial al implante para que pase desapercibido.
La tasa de éxito de los implantes dentales es superior al 95%, pero, como en cualquier intervención quirúrgica, pueden surgir algunos problemas tras la cirugía. He aquí algunas posibles complicaciones quirúrgicas más habituales:
1. Fallo en la osteointegración
Cuando el implante no consigue fusionarse como debe con el hueso, no será lo bastante seguro para mantener la corona en su sitio y puede llegar a caerse. Un implante puede no osteointegrarse por distintas razones, pero algunos de los causantes más comunes son fumar, tener alguna infección, la pérdida ósea debida al envejecimiento, una mala higiene bucal o por una enfermedad de las encías.
2. Colocación incorrecta
Es el menos probable, pero si un cirujano sin la preparación o experiencia necesaria lleva a cabo tu cirugía de implantes, puede haber un problema con la situación o el ángulo del implante. Una colocación incorrecta puede provocar que el implante no se fusione bien con el hueso, se afloje con el tiempo o quede demasiado cerca de los demás dientes, causando dolor y molestias.
3. Protrusión (daño) en la cavidad sinusal
Dado que el maxilar superior está directamente debajo de los senos nasales, puede llegar a darse algún caso en el que los implantes utilizados en la cirugía para sustituir los dientes perdidos sean tan largos, que lleguen a sobresalir en la cavidad sinusal. Si ocurre eso, puede causar molestias, e incluso en los casos más graves una posible infección.
Problemas habituales tras la cirugía
Si la cirugía es llevada a cabo con éxito, y sigues las indicaciones del cirujano, no deberías tener problemas. No obstante, también hay algunas preocupaciones que hay que tener en cuenta tras la intervención de implantes dentales y el proceso de cicatrización:
1. Implante suelto
Recibir un golpe o sufrir una lesión en la zona que rodea al implante dental, un soporte óseo que resulte insuficiente o una colocación incorrecta por parte del cirujano, pueden hacer que el implante se afloje.
2. Infección o mala cicatrización
Es sencillo evitar una infección si se garantiza que el implante cicatriza correctamente. Para ello, basta con seguir las instrucciones postoperatorias. Esto es, limpiar la zona según las instrucciones y contactar con el médico si observas signos hinchazón, inflamación o fiebre.
3. Sangrado
Es normal sangrar un poco tras colocarte implantes dentales, incluso hasta 72 horas después. Sin embargo, el sangrado prolongado o excesivo podría ser signo de inflamación o infección. En esto casos es necesario un tratamiento rápido para evitar el fracaso del implante.
4. Microdesplazamiento
Puede ocurrir cuando un implante dental carece de estabilidad debido a una sobrecarga. Realizar una sustitución dental inmediata tras la implantación requiere menos visitas al dentista, pero puede someter al implante a mucha tensión que provoque micromovimientos.
5. Reacción alérgica
Puedes desarrollar una reacción si eres alérgico a la aleación de titanio, un metal de algunos implantes dentales. Los síntomas de una alergia incluyen hinchazón, pérdida del gusto y quizá sensación de hormigueo. En estos casos, necesitarás un implante de otro material.
6. Daño nervioso
Se trata de un problema poco frecuente, pero a veces los nervios que rodean el implante pueden dañarse, provocando entumecimiento u hormigueo en la lengua, los labios, las encías o la cara. Este daño requiere atención inmediata, así que visita a tu dentista lo antes posible.
7. Proceso de curación
El proceso de recuperación de esta intervención dura unas dos semanas para la mayoría de los pacientes. A medida que el implante siga uniéndose al hueso maxilar durante los 3-6 meses siguientes, los pacientes observarán una mayor mejoría en el proceso de curación.
Ahora conoces los problemas más comunes. Así que no olvides cuidar de tus implantes y no dudes en acudir a tu dentista o cirujano si sientes la mínima molestia.
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