¿Sabías que los cepillos de dientes usados contienen, de media, diez millones de bacterias? Y no son los únicos microorganismos que pueden tener. ¡Incluso pueden tener virus! Es lógico que contengan algunas bacterias, ya que los estás utilizando para eliminarlas de tu boca. Pero es necesario reducir el riesgo bacteriano de un cepillo de dientes para evitar problemas. Descubre con tu clínica dental en Móstoles Dental Implantes y en con tu dentista y especilista en implantes dentales de Gálvez y Layos (Toledo), cómo reducirlo.
Pero, ¿cómo reducir el riesgo bacteriano de un cepillo de dientes?
Hay distintas medidas que te ayudan a reducir el riesgo bacteriano de tu cepillo de dientes. Algunas son muy evidentes, otras quizá te sorprendan. Eso sí, todas son fáciles de llevar a cabo.
No compartas el cepillo de dientes con otra u otras personas
Si, es tan poco recomendable como te puedes imaginar. Y además puede implicar riesgos para la salud ante determinadas enfermedades, sinte sangran las encías y entran en contacto con ciertos virus y bacterias.
Evita el contacto de tu cepillo dental con otros cepillos
Es decir, no coloques todos los cepillos de dientes de los miembros de la familia o compañeros de piso en un mismo recipiente, con las cerdas pudiendo tocarse entre sí.
Sustituye tu cepillo por otro nuevo cada tres meses
No lo dejes más. Además, no solo te ayudará a reducir el riesgo bacteriano del cepillo de dientes. También será más efectivo porque las cerdas se van deteriorando y deformando con el uso.
Cambia el cepillo tras determinados problemas de salud
Los gérmenes presentes en tu boca pueden permanecer en las cerdas y si no cambias de cepillo, cuando parece que has solucionado este problema, puedes reactivarlo. ¿Y en qué casos hacerlo? Por ejemplo, tras padecer una gripe o un resfriado. Y también después de superar una infección bucal.
Presta atención a cómo cuidas y guardas el cepillo de dientes para reducir su riesgo bacteriano
Un cepillo de dientes no debe usarse y dejarse de cualquier manera sobre el lavabo. Eso podría contribuir a que contenga muchas más bacterias. Por eso es importante lo que haces con él una vez terminas tu rutina de higiene bucodental.
- Después del cepillado enjuaga el cepillo con agua a presión con firmeza pero sin estropear las cerdas. Es necesario para eliminar los restos de saliva que pudiera contener así como los de pasta dentífrica. Debe quedar limpio. Si es posible, incluso puedes esterilizarlo.
- Tapa las cerdas con una funda. Muchos cepillos de dientes se venden ya con una funda específica para este fin.
- Guarda tu cepillo de dientes en posición vertical. Los vasos o recipientes para los cepillos de dientes no son para uso vertical por capricho, sino que contribuyen a que la humedad no permanezca entre las cerdas.
- No guardes tu cepillo de dientes en un ambiente húmedo. Lo más habitual es guardarlo en el cuarto de baño pero curiosamente es, junto a la cocina, el peor lugar de la casa para hacerlo. Y es que el cuarto de baño es un espacio donde la humedad ambiental suele ser muy alta debido a elementos como la ducha, ya que el agua caliente se vaporiza fácilmente.
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